domingo, 29 de diciembre de 2013

FEDERICO HERRERO Y NICOLÁS FRANCISCO HERRERO, ESPECIALISTAS EN EL ARTE DEL ACTOR, ACTUACIÓN. informes 15-58-235865 En el año 2003 los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, publican un libro inolvidable: -Actuación-, a continuación algunos conceptos contenidos en el libro citado. Las técnicas del actor. Armado de una pasión por la expresión personal, de un punto de vista particular y de un objetivo concreto, el actor debe adquirir un dominio de su oficio, porque, de lo contrario, todo el talento y la buena voluntad no le servirán para nada. Existe una gran falta de conocimiento y mucha desinformación sobre la naturaleza de este oficio, más que sobre las otras artes. Se dice que la interpretación es un oficio meramente intuitivo y que no requiere técnica alguna. Has nacido para ser actor, a actuar no se aprende, a actuar no se enseña, son frases que nacen de la ignorancia y de los prejuicios que una vez más relegan al actor a la figura de niño tonto con talento. Ésta es la opinión de aquellos que creen que los trucos del oficio se aprenden actuando en público. De esta manera nuestro teatro sigue siendo un arte mediocre, lleno de gandules y de imitaciones de estilos de teatro prefabricado que sólo salvan algunos actores excepcionales, gracias a que, dejando aparte su talento, saben lo que es el respeto, entienden su oficio y trabajan para perfeccionarlo. Todavía tenemos que superar los aspectos negativos de nuestra herencia teatral norteamericana. Una de estas rémoras es creer que la única manera de aprender, al igual que se hacía en el pasado, es entrando a formar parte de un grupo de actores ambulantes, en una compañía fija o en una agencia teatral como aprendiz y representar papeles breves, en ocasiones asesorado o dirigido por el director o por los actores principales, o simplemente copiando el estilo. Evidentemente, los actores con un talento extraordinario lograron sobrevivir porque supieron desarrollar una manera intuitiva y muy personal de trabajar (a menudo incapaces de articular) y confiaron en la experiencia de actuar ante un público para crecer como artistas. Pero éstos fueron y siguen siendo una excepción. Cuando el público asiste a un ballet y observa las piruetas de los bailarines, los ascensos, la elasticidad, los veloces entrechats se quedan atónitos ante la maestría de este arte, y saben que lo que acaban de experimentar no habría sido posible si los artistas no hubieran pasado por años de práctica y formación. Cando el publico va a un concierto y observa como el violinista coloca su instrumento bajo el mentón, oprime las cuerdas con los dedos de una mano y arrastra el arco con la otra mientras toca una música maravillosa, sabe que es algo que nadie podría hacer igual de buenas a primeras. Y tampoco se fija en la técnica: se limita a escuchar la música y a disfrutar del ballet. Cando la técnica del actor destaca en primer plano, como ocurren con el teatro “eficaz” y artificial, de poses estudiadas, de recitación de palabras de modo mecánico, a menudo “tarareadas” por voces bien entrenadas, cuando se derraman lagrimas por el simple motivo de enseñar la capacidad que uno tiene de llorar en público en el momento justo, cuando la rimbombancia y el histrionismo se adueñan del ambiente, el público suele quedar impresionado porque sabe que nadie sería capaz de conseguir lo mismo. Federico Herrero dice...yo admiro a un actor cuando su técnica es tan perfecta que se hace invisible y consigue que la audiencia sienta la presencia de un ser humano vivo con el que pueden identificarse en sus manías y sus preocupaciones a medida que éstas se van descubriendo en la obra. Creo fervientemente que cuando el público reconoce una proeza y se da cuenta de cómo se ha hecho, significa que el actor ha fracaso. No ha sabido utilizar bien la técnica. Desgraciadamente, cuando triunfa, cuando su trabajo comunica y su poder como ser vivo ha traspasado y ha llegado a las butacas, es entonces cuando la mayor parte del público está convencido de que ellos también pueden hacerlo, dejando aparte el recurrente: “¿Cómo pueden aprenderse tanto texto?” Por lo demás, los espectadores se creen unos críticos experimentados y a menudo aleccionan a los actores con sus “esto se hace así”, “esto es hace asá”. A veces, el actor inseguro, aturdido, llega incluso a escucha y a tomar la dirección equivocada. El actor debe saber que, dado que es un instrumento, debe ponerse al servicio del personaje y utilizarlo con la misma destreza con la que el violinista hace música con su violín. El hecho de que el cuerpo de un actor no sea como un violín no significa que la técnica sea más fácil de adquirir. La curiosidad malsana de qué es lo que motiva a un actor a serlo, que se pone de manifiesto continuamente en los programas de entrevistas, al igual que en los interminables talleres abiertos, las frases superficiales que los actores contestan (a menudo acompañadas de anécdotas personales “graciosas”), no hacen más que agravar el problema. Ni el público, ni los presentadores de los programas, suelen mostrar interés en oír hablar sobre los ejercicios de dedos de un músico, de los pliés de una bailarina, de la paleta de un pintor ni de cómo éste aplica las capas de pintura a sus acuarelas. ¿Por qué deberían entonces interesarse en nuestra técnica? Es nuestro problema, no el de ellos. Así que a ti, actor, que de todo tu ser haces tú instrumento, ¡te explicaré en qué consiste la técnica que hace posible nuestra maravillosa profesión! Las técnicas externas En Europa, hasta hace poco, a muy pocos actores se les hubiera permitido subir a un escenario sin haber antes asistido a clases de expresión corporal, educación de la voz y dicción. Yo misma empecé en el teatro muy bien formada en las tres materias, y, a pesar de que no imparto clases de ninguna de las tres, os explicaré por qué les concedo tanta importancia y por qué me asusta la indiferencia que a menudos muestra nuestro teatro hacia ellas. Si tu objetivo es hacer carrera en la televisión y desempeñar papeles cercanos a tu persona, en los que tu andar desgarbado en tejanos y tu acento local no son traba alguna para el trabajo, y en los que el micrófono oculta sin problemas tu voz afónica, no tendrás que preocuparte ni siquiera por las técnicas más elementales. Pero si ambicionas algo más, por favor escucha mis consejos. Empezaras por reconocer que el cuerpo es la manifestación externa del actor, el instrumento más visible mediante el que se puede comunicar el pensamiento o sentimiento más sutil. Es un instrumento de comportamiento regio y porte olímpico aunque también susceptible de achaques, debilidades y cambios, según los requisitos del papel a interpretar. No tardaréis en ser conscientes de que os harán falta muchos años de tesón para perfeccionar la técnica de este instrumento. La danza moderna es uno de los medios idóneos para adquirir una colocación corporal correcta, una conciencia cinética y una flexibilidad física. La natación y la gimnasia son igualmente muy útiles para ello. Mediante el tenis y la esgrima, deportes que ponen a uno en forma, se trabaja la interacción y los reflejos que se requieren para responder al “dar y recibir” tan común en las escenas de teatro. El mismo ejercita la imaginación y la técnica de evocación de objetos y personajes que se hallan ausentes mientras se actúa desplegando toda clase de movimientos físicos. El movimiento escénico, que tanto se enseña en las clases, suele crear en los actores una gestualidad demasiado consciente y artificial que los lleva a buscar posturas previsibles y ensayadas, mientras que la danza, el deporte y el mimo exigen un cuerpo capaz de responder espontáneamente y casi por reflejo a los estímulos de los diferentes personajes sin interferir en las reacciones humanas del actor. La voz es un instrumento que hay que aprender a tocar. Hay que tratarlo como trataríamos a un Stradivarius, utilizando las técnicas del arco más elaboradas para no rascar las cuerdas. Un mal uso del instrumento conduce a la formación de nódulos, a la distensión de las cuerdas, que es la causante de las raspaduras y las afonías tan comunes en los actores mayores y, a veces, también en los más jóvenes. También provoca laringitis y puede obligar al actor a ausentarse de su trabajo. Otras muestras de un mal uso del instrumento son las voces gangosas, chillonas yo los vozarrones profundos y de registro muy limitado. Aunque Dios te haya provisto de una voz naturalmente bien colocada, debes entrenarla para mantener esa buena disposición y aprender a cuidarla mediante las técnica de respiración correctas a fin de poder ser escuchado en un gran teatro sin gritar, ni forzar o proyectar la voz de manera ansiosa. Actualmente, en la mayoría de espacios teatrales de Broadway se utilizan micrófonos, porque hay muy pocos actores que proyecten bien su voz. La intrusión de un objeto mecánico en la comunicación de un espectáculo en directo es un fenómeno muy triste, y es sólo un pretexto para culpar al publico de no escuchar, en parte porque está acostumbrado a los volúmenes habituales de la televisión. Tienes que estar provisto de in instrumento bien templado y que disponga de la suficiente flexibilidad para dar voz a una amplia variedad de personajes. Además ha de tener la suficiente potencia para ser oída en un teatro de dimisiones importantes. Tomar clases de canto es una buena manera de entrenarla. Las “clases de voz” pueden acarrear consecuencias similares a las que resultan de las clases de “movimiento escénico”, con las que se pretende sustituir a la danza. A través del canto aprenderás a entender el instrumento vocal y a ejercitarlo sin necesidad de tener que oírte hablar. No caerás en la tentación de emitir bellos sonidos sólo por gusto y sabrás poner tu voz al servicio del personaje sin desplegar extrañas estrategias ni mostrar tensión por estar demasiado pendiente de ti mismo. La dicción, esa facultad gloriosa de comunicación de la que solo el hombre disfruta, es el único instrumento del actor que le diferencia de los demás artistas de las artes escénicas. Dominar el acento estándar, que es bonito y elegante, y tatar de pronunciarlo sin afectaciones ni superficialidad es una de las obligaciones de todos y cada uno de los miembros que forman nuestra profesión. Las afectaciones son síntomas de pereza y de falta de disciplina y compromiso. Muy pocos llegan a conseguir hablar con naturalidad hasta el punto de integrar el instrumento en su cuerpo. Incluso los que han recibido dos o tres clases de dicción semanales durante las que aprendieron y practicaron las articulaciones apropiadas, caen en los vicios adquiridos en el momento en que abandonan el aula. Consecuentemente, nunca llegan a creer que son realmente ellos quienes están hablando bien. Se ven a sí mismos como unos estudiantes que “ponen” un acento. Y cuando aplican la nueva técnica aprendida a un papel determinado, se sienten “antinaturales” y el mismo personaje se aleja del discurso humano espontáneo. Todos los que realmente lo consiguen sabrán trasladarse a la época histórica que su discurso requiere y representar una infinita variedad de personajes con total credibilidad. El consejo que da Hamlet a los actores (“Di tu parlamento, por favor, como te lo he recitado, como brincando en la lengua”) no tiene mucho sentido si lo pronuncias con las típicas inflexiones neoyorquinas o de cualquier otro lugar. Estamos acostumbrados al tonillo cómico, al daño causado a la poesía de Christopher Fry y T. S. Eliot, a las diatribas de Shaw y a sus rimas cansinas, sus malas pronunciaciones y sus dejes. La solución no es poner acento británico, pues supondría situar a Chejov, Ibsen, Strindberg o a Moliere en el corazón de Inglaterra. El acento británico pertenece a nuestros colegas del otro lado del charco. Si un personaje en concreto o el contexto de la obra lo requieren, un acento puede aprenderse con una facilidad comparable ala que se necesita para aprender otros dialectos o acentos. (Cuando digo “facilidad comparable” es porque doy por hecho que el acento estándar ya se domina.) Y resulta muy fácil recuperar el acento original si el papel así lo requiere. A fin de que el actor asimile lo que ha aprendido en clase, debe estar dispuesto a llevarse consigo las lecciones a la calle, y repetir las frases y sonidos cada día de su vida hasta que la práctica se convierta en algo natural. Tendrá que mostrase muy valiente y luchar contra una sociedad que considera pecado no ser un “tío enrollado” o que cada palabra, sonido o movimiento que esté fuera de los cánones establecidos y conocidos por todos sea juzgado como signo de afectación o de deslealtad. El actor tendrá que fortalecerse contra las críticas de amigos y familiares cuando haga esfuerzos por hablar con propiedad y estos no dejen de decirle que “se le están subiendo los humos” o que su comportamiento “es muy teatral” o que lo ven muy “engreído”. Deberá practicar la dicción hasta que se acostumbre a ella, hasta que se oiga a sí mismo hablando con total naturalidad y pueda gozar de su nueva libertad verbal, de manera que la locución “to be or not to be” declamada y dicha de manera muy afectada, suene a sus oídos como una frase estrafalaria y no se vea obligado a pronunciarla de esta manera para transmitir credibilidad como actor. Se puede aplicar el mismo principio al trabajo corporal, cuando el actor practica la colocación del cuerpo o la fluidez de movimientos caminando por el estudio de danza, aunque, a la hora de salir del aula, se verá obligado a hacerlo con los hombros caídos, arrastrando los pies y enseñando la barriga para que nadie le tache de “peripuesto”. Hay otras maneras de practicar la dicción fuera del aula, por ejemplo, ejercitando la lectura a vista en tu propia casa media hora al día. Búscate un amigo que haga de oyente de vez en cuando para darte cuenta de la destreza con que puedes comunicar el contenido del texto. En tan sólo unos meses conseguirás grandes mejoras en tu articulación y pronunciación. Elige el material con esmero: lee novelas con un vocabulario elaborado o ensayos de Emerson y Thoreu. Lee poesía, los sonetos de Shakespeare. Si te enfrentas a leer teatro, lee en voz alta sólo las escenas de personajes que no te planteas representar en serio en el futuro. Lee los prólogos de las obra de Shaw. Te familiarizarás con las ideas y las expresiones idiomáticas del autor. Estos ejercicios tan útiles para la lectura a vista, la voz y la dicción, son preparaciones para el proceso orgánico posterior de asimilar el lenguaje de cada personaje. Si aplicas trucos vocales efectistas al lenguaje de un personaje, perjudicarás el trabajo de base que has aprendido. En otras palabras, no confundas estos ejercicios con lo que se conoce por interpretación. Estos ejercicios también estimularán tu gusto por las palabras, por un lenguaje refinado y mejorarán tu capacidad de hacer tuyo el lenguaje. Acabarás rechazando el “boludo” y el “nada” tan comunes como únicas locuciones para responder. En su lugar, utilizarás la infinita lista de adjetivos, verbos y nombres que puedes encontrar en cualquier diccionario. Te darás cuenta de la cansina tendencia de nuestra sociedad a decir: “¡¡De qué vas!!”, y en su lugar buscarás una expresión de desaprobación o de rechazo más apropiada. Por no hablar de los famosos “ahhhh” o “uau” que sustituyen a un auténtico suspiro ante la puesta de sol o ante un huracán, o de la utilización de improperios como único medio de expresar frustración o rabia. Lee en voz alta. Aprende a saborear literatura clásica y contemporánea. Deja que el lenguaje se amolde a tu lengua hasta que te brote del alma.

FEDERICO HERRERO Y NICOLÁS FRANCISCO HERRERO, ESPECIALISTAS EN EL ARTE DEL ACTOR, ACTUACIÓN. informes 15-58-235865
En el año 2003 los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, publican un libro inolvidable: -Actuación-, a continuación algunos conceptos contenidos en el libro citado.

Las técnicas del actor.

Armado de una pasión por la expresión personal, de un punto de vista particular y de un objetivo concreto, el actor debe adquirir un dominio de su oficio, porque, de lo contrario, todo el talento y la buena voluntad no le servirán para nada.

Existe una gran falta de conocimiento y mucha desinformación sobre la naturaleza de este oficio, más que sobre las otras artes. 

Se dice que la interpretación es un oficio meramente intuitivo y que no requiere técnica alguna.
Has nacido para ser actor, a actuar no se aprende, a actuar no se enseña, son frases que nacen de la ignorancia y de los prejuicios que una vez más relegan al actor a la figura de niño tonto con talento. 

Ésta es la opinión de aquellos que creen que los trucos del oficio se aprenden actuando en público. 

De esta manera nuestro teatro sigue siendo un arte mediocre, lleno de gandules y de imitaciones de estilos de teatro prefabricado que sólo salvan algunos actores excepcionales, gracias a que, dejando aparte su talento, saben lo que es el respeto, entienden su oficio y trabajan para perfeccionarlo. 

Todavía tenemos que superar los aspectos negativos de nuestra herencia teatral norteamericana. 
Una de estas rémoras es creer que la única manera de aprender, al igual que se hacía en el pasado, es entrando a formar parte de un grupo de actores ambulantes, en una compañía fija o en una agencia teatral como aprendiz y representar papeles breves, en ocasiones asesorado o dirigido por el director o por los actores principales, o simplemente copiando el estilo. 

Evidentemente, los actores con un talento extraordinario lograron sobrevivir porque supieron desarrollar una manera intuitiva y muy personal de trabajar (a menudo incapaces de articular) y confiaron en la experiencia de actuar ante un público para crecer como artistas. Pero éstos fueron y siguen siendo una excepción.

Cuando el público asiste a un ballet y observa las piruetas de los bailarines, los ascensos, la elasticidad, los veloces entrechats se quedan atónitos ante la maestría de este arte, y saben que lo que acaban de experimentar no habría sido posible si los artistas no hubieran pasado por años de práctica y formación. Cando el publico va a un concierto y observa como el violinista coloca su instrumento bajo el mentón, oprime las cuerdas con los dedos de una mano y arrastra el arco con la otra mientras toca una música maravillosa, sabe que es algo que nadie podría hacer igual de buenas a primeras. Y tampoco se fija en la técnica: se limita a escuchar la música y a disfrutar del ballet. Cando la técnica del actor destaca en primer plano, como ocurren con el teatro “eficaz” y artificial, de poses estudiadas, de recitación de palabras de modo mecánico, a menudo “tarareadas” por voces bien entrenadas, cuando se derraman lagrimas por el simple motivo de enseñar la capacidad que uno tiene de llorar en público en el momento justo, cuando la rimbombancia y el histrionismo se adueñan del ambiente, el público suele quedar impresionado porque sabe que nadie sería capaz de conseguir lo mismo.

Federico Herrero dice...yo admiro a un actor cuando su técnica es tan perfecta que se hace invisible y consigue que la audiencia sienta la presencia de un ser humano vivo con el que pueden identificarse en sus manías y sus preocupaciones a medida que éstas se van descubriendo en la obra. 
Creo fervientemente que cuando el público reconoce una proeza y se da cuenta de cómo se ha hecho, significa que el actor ha fracaso. No ha sabido utilizar bien la técnica.


Desgraciadamente, cuando triunfa, cuando su trabajo comunica y su poder como ser vivo ha traspasado y ha llegado a las butacas, es entonces cuando la mayor parte del público está convencido de que ellos también pueden hacerlo, dejando aparte el recurrente: “¿Cómo pueden aprenderse tanto texto?” Por lo demás, los espectadores se creen unos críticos experimentados y a menudo aleccionan a los actores con sus “esto se hace así”, “esto es hace asá”. A veces, el actor inseguro, aturdido, llega incluso a escucha y a tomar la dirección equivocada. El actor debe saber que, dado que es un instrumento, debe ponerse al servicio del personaje y utilizarlo con la misma destreza con la que el violinista hace música con su violín. El hecho de que el cuerpo de un actor no sea como un violín no significa que la técnica sea más fácil de adquirir. La curiosidad malsana de qué es lo que motiva a un actor a serlo, que se pone de manifiesto continuamente en los programas de entrevistas, al igual que en los interminables talleres abiertos, las frases superficiales que los actores contestan (a menudo acompañadas de anécdotas personales “graciosas”), no hacen más que agravar el problema. Ni el público, ni los presentadores de los programas, suelen mostrar interés en oír hablar sobre los ejercicios de dedos de un músico, de los pliés de una bailarina, de la paleta de un pintor ni de cómo éste aplica las capas de pintura a sus acuarelas. ¿Por qué deberían entonces interesarse en nuestra técnica? Es nuestro problema, no el de ellos. Así que a ti, actor, que de todo tu ser haces tú instrumento, ¡te explicaré en qué consiste la técnica que hace posible nuestra maravillosa profesión!

Las técnicas externas

En Europa, hasta hace poco, a muy pocos actores se les hubiera permitido subir a un escenario sin haber antes asistido a clases de expresión corporal, educación de la voz y dicción. Yo misma empecé en el teatro muy bien formada en las tres materias, y, a pesar de que no imparto clases de ninguna de las tres, os explicaré por qué les concedo tanta importancia y por qué me asusta la indiferencia que a menudos muestra nuestro teatro hacia ellas. Si tu objetivo es hacer carrera en la televisión y desempeñar papeles cercanos a tu persona, en los que tu andar desgarbado en tejanos y tu acento local no son traba alguna para el trabajo, y en los que el micrófono oculta sin problemas tu voz afónica, no tendrás que preocuparte ni siquiera por las técnicas más elementales. Pero si ambicionas algo más, por favor escucha mis consejos.



Empezaras por reconocer que el cuerpo es la manifestación externa del actor, el instrumento más visible mediante el que se puede comunicar el pensamiento o sentimiento más sutil. Es un instrumento de comportamiento regio y porte olímpico aunque también susceptible de achaques, debilidades y cambios, según los requisitos del papel a interpretar. No tardaréis en ser conscientes de que os harán falta muchos años de tesón para perfeccionar la técnica de este instrumento. La danza moderna es uno de los medios idóneos para adquirir una colocación corporal correcta, una conciencia cinética y una flexibilidad física. La natación y la gimnasia son igualmente muy útiles para ello. Mediante el tenis y la esgrima, deportes que ponen a uno en forma, se trabaja la interacción y los reflejos que se requieren para responder al “dar y recibir” tan común en las escenas de teatro. El mismo ejercita la imaginación y la técnica de evocación de objetos y personajes que se hallan ausentes mientras se actúa desplegando toda clase de movimientos físicos. El movimiento escénico, que tanto se enseña en las clases, suele crear en los actores una gestualidad demasiado consciente y artificial que los lleva a buscar posturas previsibles y ensayadas, mientras que la danza, el deporte y el mimo exigen un cuerpo capaz de responder espontáneamente y casi por reflejo a los estímulos de los diferentes personajes sin interferir en las reacciones humanas del actor.

La voz es un instrumento que hay que aprender a tocar. Hay que tratarlo como trataríamos a un Stradivarius, utilizando las técnicas del arco más elaboradas para no rascar las cuerdas. Un mal uso del instrumento conduce a la formación de nódulos, a la distensión de las cuerdas, que es la causante de las raspaduras y las afonías tan comunes en los actores mayores y, a veces, también en los más jóvenes. También provoca laringitis y puede obligar al actor a ausentarse de su trabajo. Otras muestras de un mal uso del instrumento son las voces gangosas, chillonas yo los vozarrones profundos y de registro muy limitado. Aunque Dios te haya provisto de una voz naturalmente bien colocada, debes entrenarla para mantener esa buena disposición y aprender a cuidarla mediante las técnica de respiración correctas a fin de poder ser escuchado en un gran teatro sin gritar, ni forzar o proyectar la voz de manera ansiosa. Actualmente, en la mayoría de espacios teatrales de Broadway se utilizan micrófonos, porque hay muy pocos actores que proyecten bien su voz.

La intrusión de un objeto mecánico en la comunicación de un espectáculo en directo es un fenómeno muy triste, y es sólo un pretexto para culpar al publico de no escuchar, en parte porque está acostumbrado a los volúmenes habituales de la televisión. Tienes que estar provisto de in instrumento bien templado y que disponga de la suficiente flexibilidad para dar voz a una amplia variedad de personajes. Además ha de tener la suficiente potencia para ser oída en un teatro de dimisiones importantes. Tomar clases de canto es una buena manera de entrenarla. Las “clases de voz” pueden acarrear consecuencias similares a las que resultan de las clases de “movimiento escénico”, con las que se pretende sustituir a la danza. A través del canto aprenderás a entender el instrumento vocal y a ejercitarlo sin necesidad de tener que oírte hablar. No caerás en la tentación de emitir bellos sonidos sólo por gusto y sabrás poner tu voz al servicio del personaje sin desplegar extrañas estrategias ni mostrar tensión por estar demasiado pendiente de ti mismo.



La dicción, esa facultad gloriosa de comunicación de la que solo el hombre disfruta, es el único instrumento del actor que le diferencia de los demás artistas de las artes escénicas. Dominar el acento estándar, que es bonito y elegante, y tatar de pronunciarlo sin afectaciones ni superficialidad es una de las obligaciones de todos y cada uno de los miembros que forman nuestra profesión. Las afectaciones son síntomas de pereza y de falta de disciplina y compromiso. Muy pocos llegan a conseguir hablar con naturalidad hasta el punto de integrar el instrumento en su cuerpo. Incluso los que han recibido dos o tres clases de dicción semanales durante las que aprendieron y practicaron las articulaciones apropiadas, caen en los vicios adquiridos en el momento en que abandonan el aula. Consecuentemente, nunca llegan a creer que son realmente ellos quienes están hablando bien. Se ven a sí mismos como unos estudiantes que “ponen” un acento. Y cuando aplican la nueva técnica aprendida a un papel determinado, se sienten “antinaturales” y el mismo personaje se aleja del discurso humano espontáneo. Todos los que realmente lo consiguen sabrán trasladarse a la época histórica que su discurso requiere y representar una infinita variedad de personajes con total credibilidad. El consejo que da Hamlet a los actores (“Di tu parlamento, por favor, como te lo he recitado, como brincando en la lengua”) no tiene mucho sentido si lo pronuncias con las típicas inflexiones neoyorquinas o de cualquier otro lugar. Estamos acostumbrados al tonillo cómico, al daño causado a la poesía de Christopher Fry y T. S. Eliot, a las diatribas de Shaw y a sus rimas cansinas, sus malas pronunciaciones y sus dejes. La solución no es poner acento británico, pues supondría situar a Chejov, Ibsen, Strindberg o a Moliere en el corazón de Inglaterra. El acento británico pertenece a nuestros colegas del otro lado del charco. Si un personaje en concreto o el contexto de la obra lo requieren, un acento puede aprenderse con una facilidad comparable ala que se necesita para aprender otros dialectos o acentos. (Cuando digo “facilidad comparable” es porque doy por hecho que el acento estándar ya se domina.) Y resulta muy fácil recuperar el acento original si el papel así lo requiere.

A fin de que el actor asimile lo que ha aprendido en clase, debe estar dispuesto a llevarse consigo las lecciones a la calle, y repetir las frases y sonidos cada día de su vida hasta que la práctica se convierta en algo natural. Tendrá que mostrase muy valiente y luchar contra una sociedad que considera pecado no ser un “tío enrollado” o que cada palabra, sonido o movimiento que esté fuera de los cánones establecidos y conocidos por todos sea juzgado como signo de afectación o de deslealtad. El actor tendrá que fortalecerse contra las críticas de amigos y familiares cuando haga esfuerzos por hablar con propiedad y estos no dejen de decirle que “se le están subiendo los humos” o que su comportamiento “es muy teatral” o que lo ven muy “engreído”. Deberá practicar la dicción hasta que se acostumbre a ella, hasta que se oiga a sí mismo hablando con total naturalidad y pueda gozar de su nueva libertad verbal, de manera que la locución “to be or not to be” declamada y dicha de manera muy afectada, suene a sus oídos como una frase estrafalaria y no se vea obligado a pronunciarla de esta manera para transmitir credibilidad como actor.



Se puede aplicar el mismo principio al trabajo corporal, cuando el actor practica la colocación del cuerpo o la fluidez de movimientos caminando por el estudio de danza, aunque, a la hora de salir del aula, se verá obligado a hacerlo con los hombros caídos, arrastrando los pies y enseñando la barriga para que nadie le tache de “peripuesto”.


Hay otras maneras de practicar la dicción fuera del aula, por ejemplo, ejercitando la lectura a vista en tu propia casa media hora al día. Búscate un amigo que haga de oyente de vez en cuando para darte cuenta de la destreza con que puedes comunicar el contenido del texto. En tan sólo unos meses conseguirás grandes mejoras en tu articulación y pronunciación. Elige el material con esmero: lee novelas con un vocabulario elaborado o ensayos de Emerson y Thoreu. Lee poesía, los sonetos de Shakespeare. Si te enfrentas a leer teatro, lee en voz alta sólo las escenas de personajes que no te planteas representar en serio en el futuro. Lee los prólogos de las obra de Shaw. Te familiarizarás con las ideas y las expresiones idiomáticas del autor. Estos ejercicios tan útiles para la lectura a vista, la voz y la dicción, son preparaciones para el proceso orgánico posterior de asimilar el lenguaje de cada personaje. Si aplicas trucos vocales efectistas al lenguaje de un personaje, perjudicarás el trabajo de base que has aprendido. En otras palabras, no confundas estos ejercicios con lo que se conoce por interpretación.

Estos ejercicios también estimularán tu gusto por las palabras, por un lenguaje refinado y mejorarán tu capacidad de hacer tuyo el lenguaje. Acabarás rechazando el “boludo” y el “nada” tan comunes como únicas locuciones para responder. En su lugar, utilizarás la infinita lista de adjetivos, verbos y nombres que puedes encontrar en cualquier diccionario. Te darás cuenta de la cansina tendencia de nuestra sociedad a decir: “¡¡De qué vas!!”, y en su lugar buscarás una expresión de desaprobación o de rechazo más apropiada. Por no hablar de los famosos “ahhhh” o “uau” que sustituyen a un auténtico suspiro ante la puesta de sol o ante un huracán, o de la utilización de improperios como único medio de expresar frustración o rabia. Lee en voz alta. Aprende a saborear literatura clásica y contemporánea. Deja que el lenguaje se amolde a tu lengua hasta que te brote del alma.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Actuación Akira Kurosawa Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero el actor especialistas teléfono 15-58-235865 Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, dictaron una conferencia en el Teatro Escuela Central, tema: -Actuación y cultura-, en un instante de la misma, destacan la figura del directo de cine y teatro Akira Kurosawa. Federico Herrero comenta: es monumental la capacidad de Akira Kurosawa en la dirección de actores, logra de los mismos trabajos relevantes. Aspectos de la cultura japonesa incorporados en las tragedias de Akira Kurosawa Aun tomando un género literario occidental, Kurosawa no dejó de lado sus raíces. Esto es una de las constantes no solo en las cuatro películas sino en toda su obra filmográfica (treinta y un películas en total). Fusiona el teatro tradicional japonés: -noh y el kabuki- con la tragedia. De modo que en esa búsqueda de encuentros culturales busca los puntos convergentes. En este caso, identifica el drama humano solo que con abordajes totalmente diferentes. Se identifican personajes femeninos de -Trono de Sangre- y -Ran- con maquillajes similares a la mascara noh y una vestimenta lucida con movimientos lentos y una plástica y justificada sucesión de movimientos. Con esas películas más que internarse en las problemáticas el espectador tiene la posibilidad de aproximarse a artes tradicionales del Japón. La Ceremonia del té es otro de las manifestaciones culturales identificadas en los filmes. Se le asocia a los pocos momentos de felicidad del héroe. En palabras de Federico Herrero, se está ante un rito, entendiéndose por éste un acto simbólico que como tal es un horizonte de sentido. Aunque no se le identifica dentro de este rito la conexión entre el hombre y el momento presente es tan solo una referencia antes de desarrollarse lo trágico. Las celebraciones con sake (especie de bebida) es otro de los ritos mas frecuentes. Una concurrencia entre amigos o familiares. Parte, de una celebración y de esa breve felicidad. Por ejemplo, en -Ran-, la reunión de Hidetora con sus hijos y los otros clanes aparece antes de plantearse la decisión de aquel viejo daimio (jefe de samuráis) de ceder la autoridad al hijo mayor. También se usa esa bebida como una vía para llevar a cabo un acto de sangre, -Trono de Sangre- ejemplifica esto. Los vestuarios de los samuráis -como parte de la puesta en escena- representan un punto importante en el momento de identificar lo oriental, más específicamente hablando de lo japonés. Ese guerrero es representado en dos momentos importantes. Como clase dominante en el período de Tokugawa y en su decadencia (anunciada desde la era Meiji).

Actuación Akira Kurosawa Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero el actor especialistas teléfono 15-58-235865Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, dictaron una conferencia en el Teatro Escuela Central, tema: -Actuación y cultura-, en un instante de la misma, destacan la figura del directo de cine y teatro Akira Kurosawa.

Federico Herrero comenta: es monumental la capacidad de Akira Kurosawa en la dirección de actores, logra de los mismos trabajos relevantes.

Aspectos de la cultura japonesa incorporados en las tragedias de Akira Kurosawa

Aun tomando un género literario occidental, Kurosawa no dejó de lado sus raíces. 

Esto es una de las constantes no solo en las cuatro películas sino en toda su obra filmográfica (treinta y un películas en total).

Fusiona el teatro tradicional japonés: -noh y el kabuki- con la tragedia. De modo que en esa búsqueda de encuentros culturales busca los puntos convergentes. 

En este caso, identifica el drama humano solo que con abordajes totalmente diferentes.

Se identifican personajes femeninos de -Trono de Sangre- y -Ran- con maquillajes similares a la mascara noh y una vestimenta lucida con movimientos lentos y una plástica y justificada sucesión  de movimientos. 

Con esas películas más que internarse en las problemáticas el espectador tiene la posibilidad de aproximarse a artes tradicionales del Japón.

La Ceremonia del té es otro de las manifestaciones culturales identificadas en los filmes. Se le asocia a los pocos momentos de felicidad del héroe. 

En palabras de Federico Herrero, se está ante un rito, entendiéndose por éste un acto simbólico que como tal es un horizonte de sentido. 
Aunque no se le identifica dentro de este rito la conexión entre el hombre y el momento presente es tan solo una referencia antes de desarrollarse lo trágico.

Las celebraciones con sake (especie de bebida) es otro de los ritos mas frecuentes. 

Una concurrencia entre amigos o familiares. 
Parte, de una celebración y de esa breve felicidad. 
Por ejemplo, en -Ran-, la reunión de Hidetora con sus hijos y los otros clanes aparece antes de plantearse la decisión de aquel viejo daimio (jefe de samuráis) de ceder la autoridad al hijo mayor. 
También se usa esa bebida como una vía para llevar a cabo un acto de sangre, -Trono de Sangre- ejemplifica esto.

Los vestuarios de los samuráis -como parte de la puesta en escena- representan un punto importante en el momento de identificar lo oriental, más específicamente hablando de lo japonés. 

Ese guerrero es representado en dos momentos importantes. Como clase dominante en el período de Tokugawa y en su decadencia (anunciada desde la era Meiji).

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Biomecánica Meyerhold Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero especialistas directores actuación teléfono 15-58-235865 Los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, presentaron en el Teatro Escuela Central, un trabajo de investigación, tema: -Teoría teatral-- Del trabajo citado a continuación conceptos sobre Vsevolod Emílievich Meyerhold, director de teatro. Vsevolod Emílievich Meyerhold; nace en Penza en el año 1874 y muere en Moscú en el año 1942. Meyerhold, introdujo el concepto de Biomecánica que es el entrenamiento del actor. Director y teórico teatral ruso, una de las figuras clave del teatro contemporáneo junto a Stanislavski, del que se separó buscando un camino propio que le llevó a establecer la teoría teatral de la convención consciente y el método interpretativo que bautizó como Biomecánica. Partía de las experiencias y dinámicas llevadas a cabo en su estudio de actuación, donde formaba a actores. Para él, todo el cuerpo participa en cada uno de nuestros movimientos, teniendo en cuenta que a su parecer el trabajo del actor es la creación de formas plásticas en el espacio, debe estudiar y ser un perfecto conocedor de la mecánica de su propio cuerpo, pues cualquier manifestación de fuerza está sujeta a las mismas leyes del movimiento y la interpretación del actor no es otra cosa que una manifestación de fuerza del cuerpo humano. Para Meyerhold la biomecánica era como un juego de lo circense, del deporte y del ritmo, de la danza: equilibrio y movimiento, todo conjugado de un modo ordenado y consciente, con una formulación rigurosa y orgánica. Pues esto sirve al actor como medio de expresión de un personaje. Meyerhold creó un método de ejercicios de entrenamiento de actores, que es un medio tanto para el entrenamiento físico como para el conocimiento de sí mismo. La naturaleza del actor debe ser especialmente apta para responder a los reflejos, reproducir los movimiento, el sentimiento y la palabra, una tarea propuesta desde el exterior. Los modos de expresión se dan para Meyerhold en tres fases: la intención.- que es la fase intelectual de la tarea, propuesta por el dramaturgo, el director o por el propio actor, la realización.- que comprende un ciclo de reflejos miméticos (movimientos y desplazamientos en el espacio) y reflejos vocales, la reacción.- que sigue a la realización, que atenúa el reflejo anterior y prepara para una nueva intención, que daría lugar a un nuevo ciclo de interpretación. Técnica.- En sus clases se incluyen dinámicas de ejercicios corporales bajo el principio improviso, el cuerpo humano en el espacio, el gesto como un embate-llevado a la vida como un simple movimiento del cuerpo, movimientos en circulo, en cuadrado, en triángulo, movimientos en exteriores e interiores, por ejemplo rutinas de obreros, movimientos sobre un fondo musical, el ritmo como apoyo del movimiento; la música debe ser parte del espectáculo de manera real o imaginaria, como si fuera entonada por el personaje en escena. Su planteamiento rebasaba una simple técnica de entrenamiento actoral, la biomecánica es parte de ese todo; él fortalecía una propuesta teatral por diferentes medios, la escena, talleres, conferencias, artículos, publicaciones, una visión diferente y polémica del arte escénico, que ampliaba los senderos a la exploración teatral de afuera hacia dentro. Al triunfo de la Revolución de Rusia, Meyerhold se alista como uno de los más activos reformadores del Nuevo Teatro Revolucionario; él sostiene que el principal sentido del teatro es la agitación, por tanto debe ponerse al servicio de los fines de revolución. Motivado por esta idea se vuelve característico en él, recurrir a un grotesco extremo, a la sátira, al empleo de figures retóricas a manera de imágenes en la escena, tales como: la hipérbole y la metáfora; también se acerca más al simbolismo, al constructivismo, con el fin de llevar con fuerza y frescura al público signos, imágenes, ideas y sentimientos que impacten por todos los medios al espectador. Meyerhold concebía el espectáculo como una sofisticada expresión de la representación de una grandiosa fiesta. Meyerhold y algunos conceptos: No es necesario vivir el sentimiento en escena, sino expresarlo mediante una acción física, el actor forma parte de un conjunto mucho más amplio de formas plásticas en el escenario. Todo el cuerpo participa en cada uno de nuestros movimientos. La Biomecánica intenta por primera vez enseñar lo que todo hombre debe aprender si quiere ser un elemento cualificado de la sociedad, en la Biomecánica se asiste al encuentro entre la organización en el arte y en la vida. Federico Herrero, aclara que la Biomecánica es un entrenamiento para ejercitar el cuerpo y la mente, Meyerhold exigía la realización de cada movimientos de los actores para que se ocuparan en en el escenario de una tarea definida, pues quería que sus gestos y sus cuerpos tomaran un dibujo preciso, que fuera hábil mostrando procesos y traduciendolos en formas abstractas de expresión, esto permite al actor dirigir su interpretación, coordinarla con el espectador y sus compañeros, comprender las posibilidades del cuerpo y los movimientos expresivos.

Biomecánica Meyerhold Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero especialistas directores actuación teléfono 15-58-235865

Los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, presentaron en el Teatro Escuela Central, un trabajo de investigación, tema: -Teoría teatral--


Del trabajo citado a continuación conceptos sobre Vsevolod Emílievich Meyerhold, director de teatro. 


Vsevolod Emílievich Meyerhold; nace en Penza en el año  1874 y muere en Moscú en el año 1942.



Meyerhold, introdujo el concepto de Biomecánica que es el entrenamiento del actor. 


Director y teórico teatral ruso, una de las figuras clave del teatro contemporáneo junto a Stanislavski, del que se separó buscando un camino propio que le llevó a establecer la teoría teatral de la convención consciente y el método interpretativo que bautizó como Biomecánica.


Partía de las experiencias y dinámicas llevadas a cabo en su estudio de actuación, donde formaba a actores. 


Para él, todo el cuerpo participa en cada uno de nuestros movimientos, teniendo en cuenta que a su parecer el trabajo del actor es la creación de formas plásticas en el espacio, debe estudiar y ser un perfecto conocedor de la mecánica de su propio cuerpo, pues cualquier manifestación de fuerza está sujeta a las mismas leyes del movimiento y la interpretación del actor no es otra cosa que una manifestación de fuerza del cuerpo humano.

Para Meyerhold la biomecánica era como un juego de lo circense, del deporte y del ritmo, de la danza: equilibrio y movimiento, todo conjugado de un modo ordenado y consciente, con una formulación rigurosa y orgánica. 


Pues esto sirve al actor como medio de expresión de un personaje.

Meyerhold creó un método de ejercicios de entrenamiento de actores, que es un medio tanto para el entrenamiento físico como para el conocimiento de sí mismo. 

La naturaleza del actor debe ser especialmente apta para responder a los reflejos, reproducir los movimiento, el sentimiento y la palabra, una tarea propuesta desde el exterior.

Los modos de expresión se dan para Meyerhold en tres fases:
la intención.- que es la fase intelectual de la tarea, propuesta por el dramaturgo, el director o por el propio actor, la realización.- que comprende un ciclo de reflejos miméticos (movimientos y desplazamientos en el espacio) y reflejos vocales, la reacción.- que sigue a la realización, que atenúa el reflejo anterior y prepara para una nueva intención, que daría lugar a un nuevo ciclo de interpretación.

Técnica.-
En sus clases se incluyen dinámicas de ejercicios corporales bajo el principio improviso, el cuerpo humano en el espacio, el gesto como un embate-llevado a la vida como un simple movimiento del cuerpo, movimientos en circulo, en cuadrado, en triángulo, movimientos en exteriores e interiores, por ejemplo rutinas de obreros, movimientos sobre un fondo musical, el ritmo como apoyo del movimiento; la música debe ser parte del espectáculo de manera real o imaginaria, como si fuera entonada por el personaje en escena.

Su planteamiento rebasaba una simple técnica de entrenamiento actoral, la biomecánica es parte de ese todo; él fortalecía una propuesta teatral por diferentes medios, la escena, talleres, conferencias, artículos, publicaciones, una visión diferente y polémica del arte escénico, que ampliaba los senderos a la exploración teatral de afuera hacia dentro.

Al triunfo de la Revolución de Rusia, Meyerhold se alista como uno de los más activos reformadores del Nuevo Teatro Revolucionario; él sostiene que el principal sentido del teatro es la agitación, por tanto debe ponerse al servicio de los fines de revolución. 


Motivado por esta idea se vuelve característico en él, recurrir a un grotesco extremo, a la sátira, al empleo de figures retóricas a manera de imágenes en la escena, tales como: la hipérbole y la metáfora; también se acerca más al simbolismo, al constructivismo, con el fin de llevar con fuerza y frescura al público signos, imágenes, ideas y sentimientos que impacten por todos los medios al espectador.

Meyerhold concebía el espectáculo como una sofisticada expresión de la representación de una grandiosa fiesta.

Meyerhold y algunos conceptos:
No es necesario vivir el sentimiento en escena, sino expresarlo mediante una acción física, el actor forma parte de un conjunto mucho más amplio de formas plásticas en el escenario.

Todo el  cuerpo participa en cada uno de nuestros movimientos.


La Biomecánica intenta por primera vez enseñar lo que todo hombre debe aprender si quiere ser un elemento cualificado de la sociedad, en la Biomecánica se asiste al encuentro entre la organización en el arte y en la vida.

Federico Herrero, aclara que la Biomecánica es un entrenamiento para ejercitar el cuerpo y la mente, Meyerhold exigía la realización de cada movimientos de los actores para que se ocuparan en en el escenario de una tarea definida, pues quería que sus gestos y sus cuerpos tomaran un dibujo preciso, que fuera hábil mostrando procesos y traduciendolos en formas abstractas de expresión, esto permite al actor dirigir su interpretación, coordinarla con el espectador y sus compañeros, comprender las posibilidades del cuerpo y los movimientos expresivos.

martes, 24 de diciembre de 2013

Lope de Vega un autor relevante directores especialistas Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 15-58-235865 Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, presentaron en el Teatro Escuela Central, un trabajo de investigación, tema: -Autores de teatro relevantes-. Del trabajo citado referencias al escritor que los directores consideran clave en el teatro Español y universal. Los directores consideran a la obra : -Fuente Ovejuna-, como una de las obras mas trascendentes de todos los tiempos. Federico Herrero antes de detenerse en aspectos de la vida y producción de Lope, cree conveniente comentar la obra: Fuente Ovejuna Fuente Ovejuna (1619) es una obra en la que el pueblo se levanta contra la injusticia y los abusos de poder. Según el director: no hay obra más democrática en todo el teatro castellano. Argumento: La obra se basa en un episodio histórico que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo cordobés en 1476. Este pueblo es sometido no a la monarquía sino a la Orden de Calatrava. El Comendador del pueblo, Fernán Gómez de Gúzman, no respeta las leyes y abusa de su poder, traicionando los principios feudales y comportándose como un tirano. No sólo traiciona al pueblo, sino también a los Reyes Católicos, cuando decide atacar Ciudad Real. Los Reyes Católicos se enteran de que la Ciudad Real ha sido conquistada por las tropas del Maestre de Calatrava y deciden enviar sus tropas a Ciudad Real para derrotar a los de Calatrava y retomar la ciudad. El Comendador se encuentra por casualidad con Laurencia y trata de llevarla a su palacio a la fuerza. En ese momento llega Frondoso, que está enamorado de Laurencia, y la rescata, apuntándole su ballesta al Comendador. Tras este suceso, el Comendador está furioso por el rechazo de Laurencia y quiere detener a Frondoso por haberlo amenazado con la ballesta. Además, recibe la noticia de que los Reyes Católicos han retomado Ciudad Real. Frondoso le pide la mano a Laurencia y ella lo acepta, pero en medio de la celebración de la boda, llega el Comendador y detiene a los novios. El pueblo, ya harto de los robos, atropellos y crueldades del Comendador, decide unirse y tomar la justicia por su mano. Una noche llegan al palacio, invaden su casa y lo matan en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos. En el juicio, cuando el juez les pregunta quién mató al Comendador, todo el pueblo responde: -Fuente Ovejuna, señor-. El pueblo pide el perdón real y los Reyes Católicos absuelven el pueblo, porque es imposible determinar la identidad de los culpables concretos, e incorporan la villa a la corona. Federico Herrero, afirma, el teatro de habla hispana es antes y después de Lope. La obra de Lope de Vega, se caracteriza por la magnífica reconstrucción teatral, humor, inteligentes y comprometidas con temas sociales. Fénix de los ingenios, o monstruo de la naturaleza Con estos contundentes sobrenombres era conocido el gran escritor del Siglo de Oro Español, Lope Félix de Vega y Carpio. Y no exageraban, tanto por la abundancia de su obra literaria, como por su agitada vida. Los autores posteriores sin lugar a dudas se inspiran y toman como modelo la magnífica creación de Lope. Félix Lope de Vega y Carpio nace en Madrid, año 1562 y muere en 1635. Lope de Vega procedía de una familia pobre pero llena de inquietudes. Debido a la composición de unos poemas difamatorios contra la comedianta Elena Osorio y su familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). No fue éste el único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de ser indultado en 1595 del destierro, fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo. A partir de 1605 estuvo al servicio del duque de Sesea, relación sustentada en una amistad mutua. La obra y la biografía de Lope de Vega presentan una gran trabazón, y ambas fueron de una exuberancia casi anormal. Como otros escritores de su tiempo, cultivó todos los géneros literarios. La primera novela que escribió, La Arcadia (1598), es una obra pastoril en la que incluyó numerosos poemas. En Los pastores de Belén (1612), incluyó, de nuevo, numerosos poemas sacros. Entre estas dos apareció la novela bizantina: -El peregrino en su patria- (1604), que incluye cuatro autos sacramentales. A la tradición de la obra de teatro: -La Celestina-, la comedia humanística en lengua vulgar, escribe: -La Dorotea-, donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio. Su obra poética usó de todas las formas posibles y le atrajo por igual la lírica popular y la culterana de Góngora, aunque, en general. Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono narrativo y asunto a menudo épico o mitológico, como, por ejemplo: La Dragontea (1598); La hermosura de Angélica (1602), inspirado en el: Orlando de Ariosto; Jerusalén conquistada (1609), basada en Tasso; La Andrómeda (1621); La Circe(1624). De temática religiosa es El Isidro (1599) y también los Soliloquios amorosos (1626). La Gatomaquia (1634) es una parodia épica. En cuanto a los poemas breves, su lírica usó de todos los metros y géneros. Donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de una larga experiencia de muchos años escribiendo para la escena, Lope compuso, a petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). En él expone sus teorías dramáticas que vienen a ser un contrapunto a las teorías horacianas. De las tres unidades -acción, tiempo y lugar-, Lope sólo aconseja respetar la unidad de acción para mantener la verosimilitud, y rechaza las otras dos, sobre todo en las obras históricas, donde se comprende el absurdo de su observación; aconseja la mezcla de lo trágico y lo cómico (en consonancia con el autor de La Celestina), de ahí la enorme importancia de la figura del gracioso en su teatro y, en general, en todas las obras del Siglo de Oro; regulariza el uso de las estrofas de acuerdo con las situaciones y acude al acervo tradicional español para extraer de él sus argumentos (crónicas, romances, canciones). En general, las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes temáticos, el amor y el honor, y su público es de lo más variado, desde el pueblo iletrado hasta el más culto y refinado. De su obras, se conservan unas trescientas. La temática es tan variada que resulta de difícil reclasificación. El grupo más numeroso es el de comedias de capa y espada, basadas en la intriga de acción amorosa: La dama boba, Los melindres de Belisa, El castigo del discreto, El caballero del milagro, La desdichada Estefanía, La discreta enamorada, El castigo sin venganza, Amar sin saber a quién y El acero de Madrid. De tema caballeresco: La mocedad de Roldan y el marqués de Mantua. De tema bíblico y vidas de santos: La creación del mundo y El robo de Dina. De historia clásica: Contra valor no hay desdicha. De sucesos históricos españoles: El bastardo Mudarra y El duque de Viseo. Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el caos político de la España del siglo: XV; entre ellas se encuentran: La Estrella de Sevilla, Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodor, El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.

Lope de Vega un autor relevante directores 
especialistas 
Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 
15-58-235865
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, presentaron en el Teatro Escuela Central, un trabajo de investigación, tema: -Autores de teatro relevantes-.

Del trabajo citado referencias al escritor que los directores consideran clave en el teatro Español y universal.

Los directores consideran a la obra : -Fuente Ovejuna-, como una de las obras mas trascendentes de todos los tiempos.

Federico Herrero antes de detenerse en aspectos de la vida y producción de Lope, cree conveniente comentar la obra: 
Fuente Ovejuna
Fuente Ovejuna (1619) es una obra en la que el pueblo se levanta contra la injusticia y los abusos de poder.
Según el director: no hay obra más democrática en todo el teatro castellano.
Argumento:
La obra se basa en un episodio histórico que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo cordobés en 1476.
Este pueblo es sometido no a la monarquía sino a la Orden de Calatrava.

El Comendador del pueblo, Fernán Gómez de Gúzman, no respeta las leyes y abusa de su poder, traicionando los principios feudales y comportándose como un tirano.

No sólo traiciona al pueblo, sino también a los Reyes Católicos, cuando decide atacar Ciudad Real.

Los Reyes Católicos se enteran de que la Ciudad Real ha sido conquistada por las tropas del Maestre de Calatrava y deciden enviar sus tropas a Ciudad Real para derrotar a los de Calatrava y retomar la ciudad.

El Comendador se encuentra por casualidad con Laurencia y trata de llevarla a su palacio a la fuerza. En ese momento llega Frondoso, que está enamorado de Laurencia, y la rescata, apuntándole su ballesta al Comendador.

Tras este suceso, el Comendador está furioso por el rechazo de Laurencia y quiere detener a Frondoso por haberlo amenazado con la ballesta. Además, recibe la noticia de que los Reyes Católicos han retomado Ciudad Real.

Frondoso le pide la mano a Laurencia y ella lo acepta, pero en medio de la celebración de la boda, llega el Comendador y detiene a los novios.

El pueblo, ya harto de los robos, atropellos y crueldades del Comendador, decide unirse y tomar la justicia por su mano. Una noche llegan al palacio, invaden su casa y lo matan en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos.

En el juicio, cuando el juez les pregunta quién mató al Comendador, todo el pueblo responde: -Fuente Ovejuna, señor-.

El pueblo pide el perdón real y los Reyes Católicos absuelven el pueblo, porque es imposible determinar la identidad de los culpables concretos, e incorporan la villa a la corona.

Federico Herrero, afirma, el teatro de habla hispana es antes y después de Lope.

La obra de Lope de Vega, se caracteriza por la magnífica reconstrucción teatral, humor, inteligentes y comprometidas con temas sociales.

Fénix de los ingenios, o monstruo de la naturaleza

Con estos contundentes sobrenombres era conocido el gran escritor del Siglo de Oro Español, Lope Félix de Vega y Carpio.

Y no exageraban, tanto por la abundancia de su obra literaria, como por su agitada vida.


Los autores posteriores sin lugar a dudas se inspiran y toman como modelo la magnífica creación de Lope.

Félix Lope de Vega y Carpio nace en Madrid, año 1562  y muere en 1635. 

Lope de Vega procedía de una familia pobre pero llena de inquietudes.
Debido a la composición de unos poemas difamatorios contra la comedianta Elena Osorio y su familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). 

No fue éste el único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de ser indultado en 1595 del destierro, fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo.
A partir de 1605 estuvo al servicio del duque de Sesea, relación sustentada en una amistad mutua.

La obra y la biografía de Lope de Vega presentan una gran trabazón, y ambas fueron de una exuberancia casi anormal. Como otros escritores de su tiempo, cultivó todos los géneros literarios.

La primera novela que escribió, La Arcadia (1598), es una obra pastoril en la que incluyó numerosos poemas. 

En Los pastores de Belén (1612), incluyó, de nuevo, numerosos poemas sacros. Entre estas dos apareció la novela bizantina: -El peregrino en su patria- (1604), que incluye cuatro autos sacramentales.

A la tradición de la obra de teatro: -La Celestina-, la comedia humanística en lengua vulgar, escribe: -La Dorotea-, donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio.

Su obra poética usó de todas las formas posibles y le atrajo por igual la lírica popular y la culterana de Góngora, aunque, en general. 

Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono narrativo y asunto a menudo épico o mitológico, como, por ejemplo: La Dragontea (1598); La hermosura de Angélica (1602), inspirado en el: Orlando de Ariosto; Jerusalén conquistada (1609), basada en Tasso; La Andrómeda (1621); La Circe(1624). 
De temática religiosa es El Isidro (1599) y también los Soliloquios amorosos (1626). La Gatomaquia (1634) es una parodia épica.

En cuanto a los poemas breves, su lírica usó de todos los metros y géneros.

Donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. 
Después de una larga experiencia de muchos años escribiendo para la escena, Lope compuso, a petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). 
En él expone sus teorías dramáticas que vienen a ser un contrapunto a las teorías horacianas.

De las tres unidades -acción, tiempo y lugar-, Lope sólo aconseja respetar la unidad de acción para mantener la verosimilitud, y rechaza las otras dos, sobre todo en las obras históricas, donde se comprende el absurdo de su observación; aconseja la mezcla de lo trágico y lo cómico (en consonancia con el autor de La Celestina), de ahí la enorme importancia de la figura del gracioso en su teatro y, en general, en todas las obras del Siglo de Oro; regulariza el uso de las estrofas de acuerdo con las situaciones y acude al acervo tradicional español para extraer de él sus argumentos (crónicas, romances, canciones).

En general, las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes temáticos, el amor y el honor, y su público es de lo más variado, desde el pueblo iletrado hasta el más culto y refinado. 

De su obras, se conservan unas trescientas.

La temática es tan variada que resulta de difícil reclasificación. 

El grupo más numeroso es el de comedias de capa y espada, basadas en la intriga de acción amorosa: La dama boba, Los melindres de Belisa, El castigo del discreto, El caballero del milagro, La desdichada Estefanía, La discreta enamorada, El castigo sin venganza, Amar sin saber a quién y El acero de Madrid. De tema caballeresco: La mocedad de Roldan y el marqués de Mantua. 

De tema bíblico y vidas de santos: La creación del mundo y El robo de Dina. De historia clásica: Contra valor no hay desdicha. De sucesos históricos españoles: El bastardo Mudarra y El duque de Viseo.

Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el caos político de la España del siglo: XV; entre ellas se encuentran: La Estrella de Sevilla, Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodor,
El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Actuación historia directores especialistas Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 15-58-235865 Actores de gran envergadura y sistemas de entrenamiento es el resultado de 3000 años de estudio. Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en conferencia dictada en el la Facultad de letras de la ciudad de Buenos Aires, tema, -el actor-, comentan que es simultanea la aparición de la obra de teatro y el arte de la actuación. Investigaciones han comprobado que los grandes autores de teatro del pasado se ocupaban del entrenamiento de los actores. Parte fundamental del entrenamiento además de voz y cuerpo era el profundo conocimiento del actor de estructura teatral. Origen del arte del actor: El origen del arte de la actuación está relacionada con las prácticas religiosas, estas provocaron el surgimiento del arte del teatro y como participe necesario la presencia de actores. Por medio de danzas y cánticos se rendía culto a los dioses. En Grecia, la festividad de Dionisio o Baco (dios del vino) se celebraba al terminar la cosecha, mediante una ceremonia que finalizaba en el sacrificio de un macho cabrío, a partir de la cual se empezó a hablar de -tragedia-, termino que significaba justamente festividad del macho cabrío. Principales autores de teatro griegos: Esquilo, Eurípides y Sófocles, son considerados los tres grandes dramaturgos de Atenas. La obra más antigua de Esquilo se llama: -Las suplicantes-, un drama de poca acción y con intervenciones de canciones corales. El segundo de los grandes trágicos, Sófocles, escribió más de cien piezas dramáticas, de las que se conservan siete tragedias completas. Sus obras más importantes son: -Antígona-, -Edipo Rey- y -Edipo en Colono-. Respecto a Eurípides, el coetáneo más joven de Sófocles, se pueden destacar las obras: -Medea-, -Hipólito- y su obra satírica: Los cíclopes-. Estructura de la obra dramática: La obra dramática esta constituida constituido por tres instancias características de esta, las cuales son: Presentación del conflicto: El conflicto es el origen de una obra dramática ya que sin este presente no hay drama. Su proceso significa que por una parte origina la producción de una acción dramática y por otra la evolución de los caracteres. Asimismo, acción y carácter son el centro de atracción activo de la obra. La presentación del conflicto cambia de acuerdo a la obra. Podemos diferenciar en términos generales, cuatro etapas: Entrega del protagonista. Propósito del protagonista. Presentación del obstáculo. Choque de las dos fuerzas en batalla.Desarrollo de la acción dramática: La realidad del conflicto va avanzando ágilmente hasta llegar a un duelo decisivo de los personajes y sus objeciones. Esto entrega la dimensión artística a la obra de teatro. Los distintos esfuerzos por superar a la fuerza opuesta dan lugar a un pensamiento dramático. Desenlace de la acción dramática Es la eliminación del obstáculo o la desaparición del protagonista. Al hablar de conflicto este puede observarse desde diversos puntos de vista. Por eso, la fuerza opuesta puede ser un elemento externo o interno del propio personaje, fuerza que dificulta el propósito de la fuerza protagónica.

Actuación historia directores especialistas Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 15-58-235865
Actores de gran envergadura y sistemas de entrenamiento es el resultado de 3000 años de estudio.

Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en conferencia dictada en el la Facultad de letras de la ciudad de Buenos Aires, tema, -el actor-, comentan que es simultanea la aparición de la obra de teatro y el arte de la actuación.

Investigaciones han comprobado que los grandes autores de teatro del pasado  se ocupaban del entrenamiento de los actores.

Parte fundamental del entrenamiento además de voz y cuerpo era el profundo conocimiento del actor de estructura teatral.
Origen del arte del actor:

El origen del arte de la actuación está relacionada con las prácticas religiosas, estas provocaron el surgimiento del arte del teatro y como participe necesario la presencia de actores.

Por medio de danzas y cánticos se rendía culto a los dioses. 


En Grecia, la festividad de Dionisio o Baco (dios del vino) se celebraba al terminar la cosecha, mediante una ceremonia que finalizaba en el sacrificio de un macho cabrío, a partir de la cual se empezó a hablar de -tragedia-, termino que significaba justamente festividad del macho cabrío.

Principales autores de teatro griegos:

Esquilo, Eurípides y Sófocles, son considerados los tres grandes dramaturgos de Atenas.

La obra más antigua de Esquilo se llama: -Las suplicantes-, un drama de poca acción y con intervenciones de canciones corales.
El segundo de los grandes trágicos, Sófocles, escribió más de cien piezas dramáticas, de las que se conservan siete tragedias completas. 
Sus obras más importantes son: -Antígona-, -Edipo Rey- y 
-Edipo en Colono-.

Respecto a Eurípides, el coetáneo más joven de Sófocles, se pueden destacar las obras: -Medea-, -Hipólito- y su obra satírica: Los cíclopes-.

Estructura de la obra dramática:

La obra dramática esta constituida constituido por tres instancias características de esta, las cuales son:

Presentación del conflicto:

El conflicto es el origen de una obra dramática ya que sin este presente no hay drama. 

Su proceso significa que por una parte origina la producción de una acción dramática y por otra la evolución de los caracteres. Asimismo, acción y carácter son el centro de atracción activo de la obra.

La presentación del conflicto cambia de acuerdo a la obra. Podemos diferenciar en términos generales, cuatro etapas:

Entrega del protagonista.
Propósito del protagonista.
Presentación del obstáculo.
Choque de las dos fuerzas en batalla.Desarrollo de la acción dramática:

La realidad del conflicto va avanzando ágilmente hasta llegar a un duelo decisivo de los personajes y sus objeciones. 
Esto entrega la dimensión artística a la obra de teatro. 
Los distintos esfuerzos por superar a la fuerza opuesta dan lugar a un pensamiento dramático.

Desenlace de la acción dramática

Es la eliminación del obstáculo o la desaparición del protagonista. 
Al hablar de conflicto este puede observarse desde diversos puntos de vista.
Por eso, la fuerza opuesta puede ser un elemento externo o interno del propio personaje, fuerza que dificulta el propósito de la fuerza protagónica.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El autor de teatro, Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores e investigadores en el campo de arte y ciencias del actor, presentaron en el Teatro Escuela Central de la ciudad de Buenos Aires un trabajo de investigación, tema: -Teatro y actuación-.Al comienzo del trabajo los directores afirman: -es necesario para logar actuaciones importantes contar como punto de partida con un guión o obra relevante-. A continuación conceptos de los directores respecto al arte del autor de teatro.Es difícil escribir una obra de teatro. La propia esencia del drama exige al dramaturgo que se adentre en personajes opuestos. No es un juez, es un creador; incluso si su primer intento dramático comprende sólo dos personajes, ha de vivir plenamente con ellos, cualquiera que sea su estilo. Esta entrega total de uno a otro personaje, principio en que se basan todas las obras de Shakespeare y de Chejo, es una tarea compleja. Requiere un talento singular que quizá no sé corresponde con nuestra época. Si a menudo la obra del dramaturgo principiante parece tenue, quizá se deba a que el campo de su experiencia humana no es aún amplio; por otra parte, no hay nada más sospechoso que el escritor maduro que se sienta a inventar caracteres y nos cuenta todos los secretos de éstos. El rechazo de los franceses a la forma clásica de la novela fue una reacción contra la omnisciencia del autor. Si se pregunta a Marguerite Duras qué siente su personaje contestará que no lo sabe; si se le pregunta a Robbe-Grillet el motivo de un cierto acto de alguno de sus personajes dirá: -Lo único que sé seguro es que abrió la ventana con la mano derecha-. Pero esta forma de pensar no ha llegado al teatro francés, donde el autor sigue haciendo en el primer ensayo su exhibición personal, leyendo en voz alta e interpretando todas las partes. Esta es la más exagerada forma de una tradición que resulta difícil hacer desaparecer en el mundo entero. El autor se ha visto obligado a convertir su especialidad en una virtud, a hacer de lo literario una muleta para su vanidad, que, en su fuero interno, sabe que no está justificada por su trabajo. Tal vez la soledad es parte importante para la labor creadora del autor. Es posible que sólo con la puerta cerrada, en comunicación consigo mismo, pueda dar forma a imágenes y conflictos interiores que le sería imposible expresar en público. No sabemos cómo trabajaban Esquilo o Shakespeare. Lo único que sabemos es que gradualmente la relación entre el hombre que en su casa se sienta a expresarlo todo en el papel y el mundo de la escena y de los actores cada vez es más tenue, más insatisfactoria. Existe, pues, el autor que explora su experiencia interior en profundidad o el que se aparta de esta zona para estudiar el mundo exterior, cada uno de ellos convencido de que su mundo es completo.

El autor de teatro, Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores e investigadores en el campo de arte y ciencias del actor, presentaron en el Teatro Escuela Central de la ciudad de Buenos Aires un trabajo de investigación, tema: -Teatro y actuación-.Al comienzo del trabajo los directores afirman: -es necesario para logar actuaciones importantes contar como punto de partida con un guión o obra relevante-.

A continuación conceptos de los directores respecto al arte del autor de teatro.Es difícil escribir una obra de teatro. 

La propia esencia del drama exige al dramaturgo que se adentre en personajes opuestos. 

No es un juez, es un creador; incluso si su primer intento dramático comprende sólo dos personajes, ha de vivir plenamente con ellos, cualquiera que sea su estilo. 

Esta entrega total de uno a otro personaje, principio en que se basan todas las obras de Shakespeare y de Chejo, es una tarea compleja. 

Requiere un talento singular que quizá no sé corresponde con nuestra época. 

Si a menudo la obra del dramaturgo principiante parece tenue,

quizá se deba a que el campo de su experiencia humana no

es aún amplio; por otra parte, no hay nada más sospechoso

que el escritor maduro que se sienta a inventar caracteres y

nos cuenta todos los secretos de éstos. 

El rechazo de los franceses a la forma clásica de la novela fue una reacción contra la omnisciencia del autor. Si se pregunta a Marguerite Duras qué siente su personaje contestará que no lo sabe; si se le pregunta a Robbe-Grillet el motivo de un cierto acto de alguno de sus personajes dirá: -Lo único que sé seguro es que abrió la ventana con la mano derecha-. 

Pero esta forma de pensar no ha llegado al teatro francés, donde el autor sigue haciendo en el primer ensayo su exhibición personal, leyendo en voz alta e interpretando todas las partes. Esta es la más exagerada forma de una tradición que resulta difícil hacer desaparecer en el mundo entero. El autor se ha visto obligado a convertir su especialidad en una virtud, a hacer de lo literario una muleta para su vanidad, que, en su fuero
interno, sabe que no está justificada por su trabajo. 

Tal vez la soledad es parte importante para la labor creadora del autor.

Es posible que sólo con la puerta cerrada, en comunicación consigo mismo, pueda dar forma a imágenes y conflictos interiores que le sería imposible expresar en público. No sabemos cómo trabajaban Esquilo o Shakespeare. 

Lo único que sabemos es que gradualmente la relación entre el
hombre que en su casa se sienta a expresarlo todo en el
papel y el mundo de la escena y de los actores cada vez es
más tenue, más insatisfactoria.
Existe, pues, el autor que explora su experiencia interior en profundidad o el que se aparta de esta zona para estudiar el mundo exterior, cada uno de ellos convencido de que su mundo es completo. 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Calderón de la Barca La vida es sueño directores especialistas artes y ciencias del actor Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 15-58-235865 Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores e investigadores en el campo del arte teatral, presentaron en la Facultad de Filosofía y Letras de la ciudad de Buenos Aires, un trabajo de investigación tema: -Autores de teatro relevantes de todos los tiempos-. En un momento del trabajo de investigación Federico Herrero, aclara que uno de los autores inspiradores a futuras generaciones es Calderón de la Barca. A continuación conceptos contenidos en el trabajo de investigación. Calderón de la Barca, nació en Madrid el 17 de enero de 1600. Se educó con los jesuitas en Madrid, y continuó los estudios en las universidades de Alcalá y Salamanca hasta 1620. Fue soldado en la juventud y sacerdote en la vejez, lo que era bastante habitual en la España de su tiempo. En sus años jóvenes su nombre aparece envuelto en varios incidentes violentos, como una acusación de homicidio y la violación de la clausura de un convento de monjas. De su vida militar existen pocas noticias, aunque consta que tomó parte en la campaña para sofocar la rebelión de Cataluña contra la Corona (1640). Contrasta lo impulsivo y mundano de su juventud con lo reflexivo de su madurez, un aspecto que se acentúa al ordenarse sacerdote en 1651. Los corrales de comedias Los corrales de comedia eran lugares destinados únicamente a la puesta en escena de las representaciones teatrales. En las comedias de Calderón, por lo general, debajo de la peripecia aparece un segundo nivel, más profundo, en el que se plantean problemas de conciencia con una inequívoca intención didáctica y aleccionadora: por ejemplo, el conflicto de un individuo entre los impulsos disgregadores, pasionales, y la obligada sujeción a la ley como imperativo racional y moral. Cuando Calderón escribe para la corte, suele situar la acción no en un marco convencional a la manera de Lope, Tirso o Alarcón, sino en palacio, como centro dramático. Dramas filosóficos El más importante es -La vida es sueño-. Su complejidad, como ocurre con tantas obras maestras, ha dado lugar a infinidad de interpretaciones. La idea central del drama, recogida en los versos -que toda la vida es sueño / y los sueños, sueños son-, contaba con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad contra el destino y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana. Su densidad filosófica y simbólica, sus soluciones teológicas, su sentido moral, jurídico y político, hacen que sea, junto con El Quijote, de Cervantes, la obra más comentada de la literatura española. Los corrales de comedias Los corrales de comedia eran lugares destinados únicamente a la puesta en escena de las representaciones teatrales. En las comedias de Calderón, por lo general, debajo de la peripecia aparece un segundo nivel, más profundo, en el que se plantean problemas de conciencia con una inequívoca intención didáctica y aleccionadora: por ejemplo, el conflicto de un individuo entre los impulsos disgregadores, pasionales, y la obligada sujeción a la ley como imperativo racional y moral. Cuando Calderón escribe para la corte, suele situar la acción no en un marco convencional a la manera de Lope, Tirso o Alarcón, sino en palacio, como centro dramático. El motor de la acción suele ser el amor, con el que confluyen los celos y el honor. Los personajes se mueven de acuerdo con el decoro de su nivel social y la acción se basa habitualmente en el equívoco. Tenían tres actos, mezclan lo trágico con lo cómico, hay pocas acotaciones, se escriben en verso y su final suele ser feliz excepto en las piezas trágicas. Producción dramática de Calderón -Comedias para corrales: costumbrista y de capa y espada Trataban sobre problemas de la época, con el amor como núcleo central del enredo. Forman el grupo más numeroso de la producción dramática de Calderón. Su estructura solía ser: una caballero noble, valiente, rendido a los pies de una dama a la que adora; la dama es soltera, huérfana de madre, sometida a la tutela de su padre, hermano o tutor; además aparecen un gracioso o una criada de la dama. El amor es la pasión dominante. Para que su enredo sea posible, existen otros personajes entre los cuales se entretejen equívocos y rivalidades. Dramas filosóficos de Calderón El más importante es -La vida es sueño-. Su complejidad, como ocurre con tantas obras maestras, ha dado lugar a infinidad de interpretaciones. La idea central del drama, recogida en los versos -que toda la vida es sueño / y los sueños, sueños son-, contaba con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad contra el destino y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana. Su densidad filosófica y simbólica, sus soluciones teológicas, su sentido moral, jurídico y político, hacen que sea, junto con El Quijote, de Cervantes, la obra más comentada de la literatura española. Es su obra más importante dentro de las obras filosóficas. Esta escrito en verso pero en diferentes estrofas, como pueden ser la décima, el romance o la redondilla entre otros. Argumento de la obra Basilio, rey de Polonia, encierra a su hijo Segismundo en una torre para evitar que se cumpla un augurio que dice que le derrocará. Segismundo vive con su ayo Clotaldo. Un día, el rey decide comprobar esas profecías: da un somnífero a su hijo y lo traslada a palacio. Segismundo se enfrenta con los que lo han tenido encerrado, y Basilio decide volverlo a la torre. El pueblo se rebela contra este encierro. Segismundo recupera la libertad y persona a su padre. El tema filosófico que trata es la libertad, el destino del hombre y la brevedad de la vida. También trata del amor, de la falsedad de la vida, la educación pero en menor grado.

Calderón de la Barca La vida es sueño directores especialistas artes y ciencias del actor Federico Herrero Nicolás Francisco Herrero teléfono 15-58-235865

Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores e investigadores en el campo del arte teatral, presentaron en la Facultad de Filosofía y Letras de la ciudad de Buenos Aires, un trabajo de investigación tema: -Autores de teatro relevantes de todos los tiempos-.
En un momento del trabajo de investigación Federico Herrero, aclara que uno de los autores inspiradores a futuras generaciones es Calderón de la Barca.


A continuación conceptos contenidos en el trabajo de investigación.

Calderón de la Barca, nació en Madrid el 17 de enero de 1600. Se educó con los jesuitas en Madrid, y continuó los estudios en las universidades de Alcalá y Salamanca hasta 1620.
Fue soldado en la juventud y sacerdote en la vejez, lo que era bastante habitual en la España de su tiempo. 
En sus años jóvenes su nombre aparece envuelto en varios incidentes violentos, como una acusación de homicidio y la violación de la clausura de un convento de monjas. De su vida militar existen pocas noticias, aunque consta que tomó parte en la campaña para sofocar la rebelión de Cataluña contra la Corona (1640). 
Contrasta lo impulsivo y mundano de su juventud con lo reflexivo de su madurez, un aspecto que se acentúa al ordenarse sacerdote en 1651.
Los corrales de comedias

Los corrales de comedia eran lugares destinados únicamente a la puesta en escena de las representaciones teatrales.

En las comedias de Calderón, por lo general, debajo de la peripecia aparece un segundo nivel, más profundo, en el que se plantean problemas de conciencia con una inequívoca intención didáctica y aleccionadora: por ejemplo, el conflicto de un individuo entre los impulsos disgregadores, pasionales, y la obligada sujeción a la ley como imperativo racional y moral. Cuando Calderón escribe para la corte, suele situar la acción no en un marco convencional a la manera de Lope, Tirso o Alarcón, sino en palacio, como centro dramático.

Dramas filosóficos
El más importante es -La vida es sueño-. 
Su complejidad, como ocurre con tantas obras maestras, ha dado lugar a infinidad de interpretaciones. La idea central del drama, recogida en los versos -que toda la vida es sueño / y los sueños, sueños son-, contaba con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad contra el destino y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana. 
Su densidad filosófica y simbólica, sus soluciones teológicas, su sentido moral, jurídico y político, hacen que sea, junto con El Quijote, de Cervantes, la obra más comentada de la literatura española.

Los corrales de comedias

Los corrales de comedia eran lugares destinados únicamente a la puesta en escena de las representaciones teatrales. En las comedias de Calderón, por lo general, debajo de la peripecia aparece un segundo nivel, más profundo, en el que se plantean problemas de conciencia con una inequívoca intención didáctica y aleccionadora: por ejemplo, el conflicto de un individuo entre los impulsos disgregadores, pasionales, y la obligada sujeción a la ley como imperativo racional y moral. Cuando Calderón escribe para la corte, suele situar la acción no en un marco convencional a la manera de Lope, Tirso o Alarcón, sino en palacio, como centro dramático. El motor de la acción suele ser el amor, con el que confluyen los celos y el honor. Los personajes se mueven de acuerdo con el decoro de su nivel social y la acción se basa habitualmente en el equívoco. Tenían tres actos, mezclan lo trágico con lo cómico, hay pocas acotaciones, se escriben en verso y su final suele ser feliz excepto en las piezas trágicas.

Producción dramática de Calderón

-Comedias para corrales: costumbrista y de capa y espada

Trataban sobre problemas de la época, con el amor como núcleo central del enredo. Forman el grupo más numeroso de la producción dramática de Calderón. Su estructura solía ser: una caballero noble, valiente, rendido a los pies de una dama a la que adora; la dama es soltera, huérfana de madre, sometida a la tutela de su padre, hermano o tutor; además aparecen un gracioso o una criada de la dama. El amor es la pasión dominante. Para que su enredo sea posible, existen otros personajes entre los cuales se entretejen equívocos y rivalidades.

Dramas filosóficos de Calderón

El más importante es -La vida es sueño-. 

Su complejidad, como ocurre con tantas obras maestras, ha dado lugar a infinidad de interpretaciones. La idea central del drama, recogida en los versos -que toda la vida es sueño / y los sueños, sueños son-, contaba con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad contra el destino y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana. 
Su densidad filosófica y simbólica, sus soluciones teológicas, su sentido moral, jurídico y político, hacen que sea, junto con El Quijote, de Cervantes, la obra más comentada de la literatura española.Es su obra más importante dentro de las obras filosóficas. Esta escrito en verso pero en diferentes estrofas, como pueden ser la décima, el romance o la redondilla entre otros.

Argumento de la obra

Basilio, rey de Polonia, encierra a su hijo Segismundo en una torre para evitar que se cumpla un augurio que dice que le derrocará. 
Segismundo vive con su ayo Clotaldo. 
Un día, el rey decide comprobar esas profecías: da un somnífero a su hijo y lo traslada a palacio. Segismundo se enfrenta con los que lo han tenido encerrado, y Basilio decide volverlo a la torre. El pueblo se rebela contra este encierro. 
Segismundo recupera la libertad y persona a su padre.

El tema filosófico que trata es la libertad, el destino del hombre y la brevedad de la vida. También trata del amor, de la falsedad de la vida, la educación pero en menor grado.

jueves, 12 de diciembre de 2013

ACTUACIÓN ESPECIALISTAS EL ACTOR Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero TELÉFONO 15-58-235865 Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, dictaron en el mes de setiembre en el Teatro Escuela Central, una conferencia, tema: -El actor y respuestas-. De la conferencia citada conceptos: Actuación Existe una aceptación ya casi generalizada de que actuar es la capacidad de reaccionar a estímulos imaginarios, más bien que de una cuestión mímica, exhibicionismo o imitación. Federico Herrero continua con la siguiente afirmación: los elementos esenciales de la misma siguen siendo los que ya enunciaba el actor francés Talma en el Siglo XVIII: una sensibilidad inusual y una inteligencia extraordinaria. Se refería a la inteligencia como capacidad para comprender el funcionamiento de la personalidad humana y no a la que se aprende en los libros. Los problemas esenciales de la actuación son tan antiguos como el teatro mismo: si el actor siente realmente o si se limita a imitar; si debe hablar con naturalidad o retóricamente; en qué consiste realmente ser natural. Y estos problemas no se refieren sólo a la actuación realista que surgió en el Siglo XIX. Tienen que ver con la naturaleza misma del proceso del actuación . Los mismos adquirieron mayor urgencia en los últimos años porque hoy en día se invierten inmensas sumas de dinero en producciones teatrales, en películas o en televisión muchas veces la viabilidad de estas producciones depende de la capacidad del actor de revivir estados de alta emoción y de tener control sobre los mismos, con absoluta verosimilitud y sin que se vea perturbada por otros aspectos de la producción. En una película, el actor debe a veces volver a hacer una escena diez o doce veces por problemas técnicos y cada vez mantener la misma perfección. Y luego, pasar a otra escena sin continuidad con la anterior. Un actor en una obra de teatro tiene que hacer una o dos funciones por día y siempre tener las mismas emociones en los mismos momentos. En estas circunstancias, el entrenamiento no es un lujo. Es una necesidad.

ACTUACIÓN ESPECIALISTAS EL ACTOR Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero TELÉFONO 15-58-235865

Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores de teatro, dictaron en el mes de setiembre en el Teatro Escuela Central, una conferencia, tema: -El actor y respuestas-.
De la conferencia citada conceptos:
Actuación

Existe una aceptación ya casi generalizada de que actuar es la capacidad de reaccionar a estímulos imaginarios, más bien que de una cuestión mímica, exhibicionismo o imitación. 

Federico Herrero continua con la siguiente afirmación: los elementos esenciales de la misma siguen siendo los que ya enunciaba el actor francés Talma en el Siglo XVIII: una sensibilidad inusual y una inteligencia extraordinaria.

Se refería a la inteligencia como capacidad para comprender el funcionamiento de la personalidad humana y no a la que se aprende en los libros.

Los problemas esenciales de la actuación son tan antiguos como el teatro mismo: si el actor siente realmente o si se limita a imitar; si debe hablar con naturalidad o retóricamente; en qué consiste realmente ser natural. 

Y estos problemas no se refieren sólo a la actuación realista que surgió en el Siglo XIX. 

Tienen que ver con la naturaleza misma del proceso del actuación . 

Los mismos adquirieron mayor urgencia en los últimos años porque hoy en día se invierten inmensas sumas de dinero en producciones teatrales, en películas o en televisión muchas veces la viabilidad de estas producciones depende de la capacidad del actor de revivir estados de alta emoción y de tener control sobre los mismos, con absoluta verosimilitud y sin que se vea perturbada por otros aspectos de la producción. 

En una película, el actor debe a veces volver a hacer una escena diez o doce veces por problemas técnicos y cada vez mantener la misma perfección. 

Y luego, pasar a otra escena sin continuidad con la anterior. Un actor en una obra de teatro tiene que hacer una o dos funciones por día y siempre tener las mismas emociones en los mismos momentos. En estas circunstancias, el entrenamiento no es un lujo. Es una necesidad.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Constantin Stanislavsky FEDERICO HERRERO NICOLÁS FRANCISCO HERRERO ACTUACIÓN TELÉFONO 15-58-235865 En el año 2011 los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, presentaron el libro -Actuación-, en el capítulo 4, los directores nos comentan aspectos de los aportes del maestro: Constantin Stanislavsky. Constantin Stanislavsky Movido por la inquietud de hacer y mostrar un teatro diferente, basado en la veracidad y la autenticidad y alejado de las convenciones teatrales, de los estereotipos y de los mecanismos artificiales, Stanislavski funda en 1897, junto a Vladimir Nemerovich Danchenko, el Teatro de Arte de Moscú. A través del análisis de sus experiencias (para él teoría y práctica eran inseparables), descubre la lógica de la vivencia y del sentimiento interior que modera la conducta externa en la escena y de la cual deriva lo que él consideró el drama auténtico. El -sí-, las -circunstancias dadas- y las acciones internas y externas son elementos del sistema planteado por Stanislavski. Pero va a decir que además de estos, que son importantes, se necesitan otros como una serie de aptitudes, cualidades, dones especiales, artísticos, creadores (imaginación, atención, sentido de la verdad, objetivos, antecedentes escénicos) Acción Stanislavski toma el concepto de acción como el cimiento del arte dramático. La palabra misma -drama-, nos remite a este concepto. En griego -drama-, es la acción que se está realizando. Mientras que en latín le corresponde la palabra actio, el mismo vocablo cuya raíz, act, pasó a nuestras palabras: -actividad-, -actor, -acto-. Si el drama en la escena es la acción que se está realizando, el actor que sale a la escena es el encargado de realizarla. Para Stanislavski: -toda acción en el teatro debe tener una justificación interna y ser lógica, coherente y posible en la realidad-. Entendemos que tener una justificación interna para actuar, es accionar siempre con un fundamento, con un fin, no hacerlo en general sólo por actuar. Todo lo que se hace, aunque sea algo trivial, debe ser realizado con algún propósito, esto es lo que crea vida en la escena. Esta acción, además, tiene que ser lógica, coherente y posible en la realidad. Hay que actuar en la escena no como actores, en general, sino como hombres de un modo simple, natural, orgánicamente correcto, libre, como lo exigen, no las condiciones del teatro, si no las leyes de la vida, de la naturaleza orgánica.

Constantin Stanislavsky FEDERICO HERRERO NICOLÁS FRANCISCO HERRERO ACTUACIÓN TELÉFONO 15-58-235865

En el año 2011 los directores de teatro Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, presentaron el libro -Actuación-, en el capítulo 4, los directores nos comentan aspectos de los aportes del maestro: 
Constantin Stanislavsky.
Constantin Stanislavsky
Movido por la inquietud de hacer y mostrar un teatro diferente, basado en la veracidad y la autenticidad y alejado de las convenciones teatrales, de los estereotipos y de los mecanismos artificiales, Stanislavski funda en 1897, junto a Vladimir Nemerovich Danchenko, el Teatro de Arte de Moscú.

A través del análisis de sus experiencias (para él teoría y práctica eran inseparables), descubre la lógica de la vivencia y del sentimiento interior que modera la conducta externa en la escena y de la cual deriva lo que él consideró el drama auténtico.

El -sí-, las -circunstancias dadas- y las acciones internas y externas son elementos del sistema planteado por Stanislavski. Pero va a decir que además de estos, que son importantes, se necesitan otros como una serie de aptitudes, cualidades, dones especiales, artísticos, creadores (imaginación, atención, sentido de la verdad, objetivos, antecedentes escénicos)
Acción
Stanislavski toma el concepto de acción como el cimiento del arte dramático.
La palabra misma -drama-, nos remite a este concepto. 

En griego -drama-, es la acción que se está realizando.

Mientras que en latín le corresponde la palabra actio, el mismo vocablo cuya raíz, act, pasó a nuestras palabras: -actividad-, -actor, -acto-.

Si el drama en la escena es la acción que se está realizando, el actor que sale a la escena es el encargado de realizarla.

Para Stanislavski: -toda acción en el teatro debe tener una justificación interna y ser lógica, coherente y posible en la realidad-.
Entendemos que tener una justificación interna para actuar, es accionar siempre con un fundamento, con un fin, no hacerlo en general sólo por actuar.

Todo lo que se hace, aunque sea algo trivial, debe ser realizado con algún propósito, esto es lo que crea vida en la escena.

Esta acción, además, tiene que ser lógica, coherente y posible en la realidad.

Hay que actuar en la escena no como actores, en general, sino como hombres de un modo simple, natural, orgánicamente correcto, libre, como lo exigen, no las condiciones del teatro, si no las leyes de la vida, de la naturaleza orgánica.